El uso de los antioxidantes

El uso de los antioxidantes

El estrés oxidativo afecta a todas las personas. Prevenirlo y tratarlo es clave para mantener una buena calidad de vida.  En el 2010 se espera que la población diabética alcance cerca de los 240 millones de personas en todo el mundo. Una cifra alarmante si se considera que esta patología puede conducir a insuficiencia renal, amputaciones, ceguera e infartos, derivados, entre otros agentes, del estrés oxidativo: un desgaste de las moléculas biológicas que altera el metabolismo celular. En el caso particular de los diabéticos, el estrés oxidativo ocasionado por su hiperglicemia, los hace más propensos al envejecimiento prematuro, tanto externo como interno. Además, pueden presentar otras causas de estrés oxidativo, como son la hipertensión y el tabaquismo, tan frecuentemente asociados a la diabetes. La hiperglicemia genera un aumento de susceptibilidad a la oxidación en las lipoproteínas LDL (colesterol malo), que induciría a la transformación de un tipo de glóbulos blancos en células espumosas, llenas de colesterol, lo que finalmente llevará a un daño irreparable en las arterias. Es así como el diabético es 40 veces más propenso de amputación, tiene 25 veces más probabilidades de sufrir insuficiencia renal terminal y es 20 veces más vulnerable a la ceguera. Además, la persona que sufre de diabetes tipo 2 no insulinodependiente tiene una probabilidad 2 a 5 veces mayor de accidente vascular encefálico y entre 2 a 3 veces mayor de infarto agudo al miocardio. En Estados Unidos 2 de cada 3 diabéticos tipo 2 fallecen de una causa cardiovascular. Por si esto fuera poco, los diabéticos además sufren de hipovitaminosis (falta de vitaminas), la cual obedece a un mal control de la glicemia con pérdida de minerales por la orina, desequilibrio de sus dietas, daño en el tubo digestivo propio de la enfermedad, o bien como reacción adversa al uso de medicamentos. Es así como tienen un déficit de las vitaminas A, C, E, B y de los minerales, magnesio, cromo, selenio, zinc y ácido fólico.  Está comprobado que el uso de vitaminas y minerales antioxidantes revierte tanto el estrés derivado de la hiperglicemia, como el desequilibrio vitamínico, ayudando a reducir las complicaciones micro y macrovasculares, lo que implica una menor mortalidad y una mejor calidad de vida. Según el doctor Rodolfo Lahsen, Diabetólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, "el uso de antioxidantes especialmente diseñado para diabéticos es muy positivo para prevenir el estrés oxidativo y compensar los desequilibrios nutricionales propios de esta enfermedad".  El envejecimiento no sólo involucra cambios externos, sino también internos, alteraciones que durante un largo tiempo son imperceptibles, pero que a la larga nos pasan la cuenta, sobre todo en personas más susceptibles a ellos como es el caso de los diabeticos.